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Resultado intermedio
23. Preparación para las emergencias de salud y reducción de los riesgos
Emergencias de salud
23. Preparación para las emergencias de salud y reducción de los riesgos
Presupuesto
Presupuesto 22-23 aprobado
38.6
US$ MILLONES
Prioridad

Alto

Proyecto de presupuesto 24-25
39.4
US$ MILLONES
Resultados inmediatos y sus indicadores relacionados
  • 23.1.a. Número de Estados Partes que presentan informes anuales de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (2005)
    Línea de base
    35
    Meta
    35
  • 23.1.b. Número de países y territorios que han evaluado la capacidad de preparación para desastres y situaciones de emergencia en el sector de la salud
    Línea de base
    23
    Meta
    32
  • 23.2.a. Número de Estados Partes con planes nacionales de acción para fortalecer las capacidades básicas de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (2005)
    Línea de base
    8
    Meta
    35
  • 23.2.b. Número de países y territorios con personal de tiempo completo asignado a emergencias de salud
    Línea de base
    29
    Meta
    39
  • 23.3.a. Número de Estados Partes que han hecho ejercicios de simulación o exámenes posteriores a la acción
    Línea de base
    13
    Meta
    35
  • 23.4.a. Número de países y territorios que incluyen criterios relativos a los hospitales seguros en la planificación, el diseño, la construcción y el funcionamiento de los servicios de salud
    Línea de base
    24
    Meta
    34
  • 23.5.a. Número de países y territorios que incluyen criterios para la mitigación de desastres y la adaptación al cambio climático en la planificación, el diseño, la construcción y el funcionamiento de los servicios de salud
    Línea de base
    14
    Meta
    19
Cómo la Oficina Sanitaria Panamericana prestara apoyo

Intervenciones clave de cooperación técnica 

  • Fortalecer el liderazgo
    • Trabajar con los países a fin de fortalecer el papel de liderazgo de las autoridades nacionales de salud con respecto a la preparación, la disposición operativa y la respuesta ante emergencias; la formulación y ejecución de planes nacionales de preparación, disposición operativa y respuesta para múltiples amenazas con un enfoque transversal; la selección y aplicación de estrategias inclusivas y de enfoques dirigidos al género y la equidad, en particular para los grupos en situación de vulnerabilidad, y el mantenimiento de las funciones esenciales de la salud pública para proporcionar servicios de salud pública de buena calidad que sean resilientes ante emergencias de salud y desastres sin frenar el avance hacia la atención universal de salud. Se proporcionará apoyo a los países para que amplíen la escala de su labor de preparación en contextos geográficos, políticos y socioeconómicos particulares, como las zonas urbanas, los pequeños Estados insulares en desarrollo, los territorios de ultramar, las zonas de conflicto y la mitigación de crisis, entre otros. 

    • Apoyar a la participación de los Estados Miembros en el debate mundial sobre la nueva convención, acuerdo u otro instrumento internacional para fortalecer la prevención, la preparación y la respuesta ante pandemias. 

       

  • Brindar apoyo a los países
    • Proporcionar cooperación técnica a los países a fin de que cuenten con capacidad para la gestión del riesgo de desastres y emergencias de salud que abarque todas las amenazas, incluidas las capacidades básicas necesarias para cumplir sus responsabilidades de conformidad con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), y de que aborden las prioridades para la acción establecidas en el Marco de Sendai para la reducción del riesgo de desastres y las metas relativas a la seguridad sanitaria establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se hará hincapié en reforzar aquellos ámbitos en los que la capacidad es reducida y en abordar las enseñanzas obtenidas en la pandemia de COVID-19. 

    • Promover y facilitar la aplicación de medidas para reducir los riesgos de desastres, entre ellas el fortalecimiento y la ampliación de la iniciativa de hospitales seguros y resilientes, a fin de reducir las consecuencias socioeconómicas y de salud de las emergencias, los desastres y las crisis, especialmente en la medida en que puedan afectar a los grupos en situación de vulnerabilidad. 


       

     

  • Crear productos técnicos sobre normas y estándares, datos, e investigación
    • Establecer y fortalecer plataformas y herramientas con una base científica para abordar las emergencias de salud pública.
    • Brindar apoyo a los países en la adopción y el seguimiento de puntos de referencia para emergencias de salud y preparación en casos de desastre; asistir a los Estados Partes del RSI en la preparación y la presentación de los informes anuales de los Estados Partes a la Asamblea Mundial de la Salud y en la realización de simulaciones, exámenes posteriores a la acción y evaluaciones voluntarias de las capacidades básicas de los países. La Oficina colaborará con los países para elaborar y aplicar evaluaciones cuantitativas y cualitativas que complementen o refuercen el marco de seguimiento y evaluación del RSI a fin de poner de relieve las brechas y las debilidades de los sistemas nacionales, entre otras cosas en las capacidades de gobernanza, preparación y disposición operativa a nivel subnacional y nacional. La Oficina también trabajará para traducir esos conocimientos en medidas que permitan proteger mejor ante las consecuencias de futuras crisis de salud pública y abogará por aumentar la inversión en la preparación basada en las mejores prácticas de aquellos países que respondieron de manera eficaz a la COVID-19 y a emergencias anteriores. 

    • Brindar apoyo a la elaboración y la aplicación de herramientas y métodos de evaluación estandarizados para evaluar, mapear, priorizar y comunicar los riesgos de emergencias de salud según el contexto local. Para responder a esos riesgos, la Oficina ayudará a los países y territorios a establecer y actualizar procedimientos de coordinación basados en los sistemas y las alianzas estratégicas subregionales, regionales y mundiales actuales para proveer asistencia humanitaria en materia de salud. Se deben establecer asimismo equipos de respuesta eficientes y eficaces, y adaptar las herramientas para la coordinación de la ayuda humanitaria internacional en el sector de la salud y el fortalecimiento de los mecanismos nacionales y subnacionales de coordinación para hacer frente a emergencias de salud. Esto incluirá la promoción de mecanismos de coordinación intrasectorial e intersectorial, el establecimiento de sistemas de gestión de incidentes y el desarrollo de equipos médicos de emergencia nacionales como parte de las capacidades a nivel de país para responder con rapidez a emergencias de salud y desastres.