•    Promover la integración eficaz de la atención de salud y los servicios sociales, a fin de ayudar a asegurar la sostenibilidad de la cobertura y el acceso universal a la salud para las personas mayores, incluidos los cuidados a largo plazo para quienes los necesiten. 
•    Favorecer el desarrollo de entornos que apoyen el envejecimiento saludable y las capacidades de las personas mayores, con medidas relativas tanto al entorno construido como al ambiente social. Combatir el edadismo, incluso en los servicios de salud, es una prioridad. 
 

•    Fortalecer los servicios de salud para las personas mayores en el primer nivel de atención y como componente de las redes integradas de servicios de salud a fin de proporcionar acceso equitativo a una atención integral, continua y de buena calidad que responda a las necesidades de las personas mayores, haciendo hincapié en el mantenimiento de su capacidad funcional y la prevención de la dependencia en su cuidado. Esto incluye el desarrollo de las capacidades de los trabajadores sociales y de salud para proporcionar atención integrada y centrada en las personas que responda a las necesidades de las personas mayores. 
•    Habilitar a los Estados Miembros para que desarrollen la capacidad de evaluar y mejorar la respuesta de los sistemas de salud al envejecimiento, y de proporcionar atención integral e integrada de buena calidad para las personas mayores. 

• Construir evidencia para apoyar los esfuerzos para la continuidad de la atención y responder a la necesidad de las personas mayores de mantener su capacidad funcional y su capacidad óptima para vivir e interactuar con sus comunidades.