En el 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) introdujo su nueva política del presupuesto para guiar las asignaciones presupuestarias del 2020 al 2025, con el objetivo de garantizar la equidad, la imparcialidad y la transparencia. En esta evaluación se examina la eficacia de la política para satisfacer las necesidades de los Estados Miembros y se analizan en particular las mejoras en los procesos de asignación presupuestaria en los niveles de país, subregional y regional de la OPS.
En la evaluación se empleó un enfoque de métodos mixtos, que combinó análisis cuantitativos y cualitativos, para analizar la influencia de la política. Los hallazgos indican que, si bien la política del presupuesto 2020‑2025 ofrece una estructura coherente que reduce la subjetividad y fomenta la confianza de las partes involucradas, su eficacia se ve menoscabada por el uso de datos desactualizados, la falta de parámetros claros para medir el cumplimiento y la difusión insuficiente de los detalles de la política. Muchas partes involucradas desconocían muchos aspectos específicos de la política, lo cual afecta su transparencia y eficacia general. La evaluación pone de relieve que, si bien esta política proporciona un marco estructurado para la formulación del presupuesto, su impacto en las asignaciones presupuestarias reales fue limitado debido a las grandes desviaciones que se produjeron durante la ejecución. Las principales recomendaciones consisten en establecer asignaciones proyectadas para los niveles funcionales en las que no se incluyan los programas especiales, simplificar la orientación en relación con el nivel de país para reflejar los cambios marginales del presupuesto y actualizar la política cada dos años con los datos más recientes.
Además, se recomienda recalibrar los componentes de la política para evaluar mejor los cambios en las necesidades de cada país, producir informes bienales a fin de aumentar la transparencia y elaborar materiales informativos accesibles para mejorar la comprensión y la transparencia.