- Ante un panorama mundial de salud cada vez más complejo y volátil, que la OPS esté lista para el futuro dependerá no solo de sus fortalezas técnicas, sino también de su agilidad estratégica. En consecuencia, entre las innovaciones que ha adoptado la Organización para el período abarcado por el PE26-31 se encuentra la aplicación de aceleradores específicos para dar impulso a la transformación sistémica, mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades de avanzar hacia las metas previstas en el PE26-31. Los aceleradores son intervenciones o iniciativas focalizadas de gran impacto, lo cual incluye servicios, herramientas, metodologías, opciones de políticas, medidas imprescindibles y oportunidades de impulsar saltos sustanciales que ofrecen el potencial de acelerar el progreso en torno a múltiples metas a nivel del impacto y dimensiones del desarrollo de la salud. Los aceleradores representan puntos de entrada de gran impacto para propiciar cambios o aplicar medidas probadas que supongan un cambio radical. Se trata de áreas del desarrollo que, por su potencial transformador, merecen especial atención, estímulo institucional y capacidades organizativas para acelerar la transformación. Se buscará que los aceleradores incidan en las causas fundamentales de los problemas abordados, y no solo en los síntomas. Se los promoverá a fin de ampliar a mayor escala las intervenciones probadas, trasladando los proyectos piloto o las innovaciones al nivel nacional o regional, además de coordinar actores, aunar esfuerzos dispersos y mancomunar recursos en torno a los objetivos compartidos.
- Con miras a imprimir celeridad en múltiples resultados a nivel del impacto, bien para acelerar los esfuerzos que avanzan con lentitud o bien para dar más velocidad a aquellos que ya avanzan con rapidez, la Organización ha detectado oportunidades de aceleración en varias áreas, ya sea por el ímpetu que han cobrado, por las vías de intervención probadas o por el papel facilitador en su ejecución. Estos “logros rápidos”, basados en marcos existentes y métodos probados, ofrecen oportunidades tangibles para ampliar a mayor escala las intervenciones de forma rápida y eficaz, por lo que sirven como vehículos de adaptación tanto para avanzar en áreas de impacto ya dinámicas como para dar impulso a ámbitos rezagados, pero de importancia estratégica.
- Es preciso seguir un enfoque diferenciado para que la adopción de los aceleradores resulte efectiva, y así equilibrar los logros a corto plazo con las inversiones estratégicas a largo plazo. Por lo tanto, se han definido los siguientes cuatro grupos iniciales de aceleradores para aplicarlos durante la ejecución del PE26-31. Esto permitiría centrarse en áreas de impacto que ya operan con relativa rapidez y están listas para acelerar, o bien que operan a un ritmo más lento y se beneficiarían de la aceleración para “ponerse al día”.
Impulsar saltos sustanciales en las iniciativas y los enfoques de salud para lograr impacto en los países:: Los aceleradores de esta categoría tienen un impacto significativo en el acceso y la cobertura de los servicios de salud, con un enfoque de atención primaria de salud. Algunos ejemplos son la microplanificación dirigida de la inmunización a nivel territorial, para hacer frente a una enfermedad determinada, y la eliminación de los gastos directos de bolsillo en el punto de atención. Otros aceleradores clave de este grupo son las iniciativas emblemáticas de la OPS, como la Iniciativa para la Eliminación de Enfermedades, Mejor Atención para las ENT, la transformación digital, Fondos Rotatorios Regionales, la producción regional y Cero Muertes Maternas Evitables, que sirven como instrumentos estratégicos para abordar los desafíos de salud más acuciantes en la Región.
- Ampliación de la innovación y las tecnologías sanitarias: Los aceleradores de esta categoría pueden facilitar cambios rápidos en las tendencias de salud, siempre que se eliminen las barreras de acceso. En este grupo cabe distinguir tres subcategorías de tecnologías que actúan como aceleradores: i) la transformación digital del sector de la salud, con énfasis en la expansión del uso de la inteligencia artificial (IA) y las soluciones de salud digital, incluida la telemedicina, en consonancia con el enfoque de la atención primaria para fortalecer los sistemas de salud; ii) las tecnologías sanitarias para las que hay barreras de acceso, como en el caso del acceso y el uso de los antivirales contra la hepatitis C, y la descentralización del diagnóstico de la infección por el VIH en el punto de atención; iii) la rápida incorporación de tecnologías sanitarias nuevas y la adopción de tecnologías de punta en los programas de salud pública. Algunos ejemplos son las combinaciones de antihipertensivos de la iniciativa HEARTS, las nuevas pruebas del VPH realizadas en el hogar o en el punto de atención, y los productos inmunobiológicos para la atención y el tratamiento del cáncer.
- Aprovechar los bienes públicos regionales que ofrece la OPS: La OPS ha emprendido varias iniciativas que pueden contribuir a acelerar los avances en salud pública en la Región, siempre que se dirijan y utilicen para este fin. Estas iniciativas, denominadas “bienes públicos regionales” en este documento, comprenden los Fondos Rotatorios Regionales de la OPS (el Fondo Rotatorio para el Acceso a Vacunas y el Fondo Rotatorio Regional para Suministros Estratégicos de Salud Pública), que promueven el mantenimiento y la ampliación de programas cruciales de salud pública en la Región; el Campus Virtual de Salud Pública de la OPS, la plataforma educativa de la Organización, que llega a más de tres millones de trabajadores de salud; los bienes públicos digitales que brindan apoyo a la telemedicina; y la plataforma de información en salud para las Américas (PLISA), un portal interactivo, dirigido a responsables de la formulación de políticas, investigadores y profesionales de la salud pública, que compendia datos de salud actualizados y fidedignos de toda la Región.
- Búsqueda de alianzas y redes estratégicas: Las alianzas que entabla la OPS desempeñan un papel fundamental para acelerar el logro de los resultados de salud previstos en el PE26-31. Algunas de las alianzas establecidas en los últimos años ofrecen oportunidades para ampliar la capacidad y la respuesta a nivel nacional en áreas específicas. Como ejemplos cabe mencionar: la Alianza por la Atención Primaria de Salud, que busca fortalecer las capacidades nacionales para extender la atención primaria bajo la rectoría de los ministerios de salud, aprovechando el financiamiento en condiciones concesionarias del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la Ruta Panamericana para la Salud Digital, una iniciativa conjunta de la OPS y el BID en pro de la transformación digital rápida del sector de la salud; la colaboración con Gavi, la Alianza para las Vacunas, encaminada a ampliar y mantener la inmunización; el Movimiento de Municipios, Ciudades y Comunidades Saludables de las Américas, una plataforma regional de gobiernos locales, que ofrece una gran oportunidad para entablar alianzas y asociaciones estratégicas con otros actores comprometidos con la salud y el bienestar; y los centros colaboradores de la OPS/OMS, que contribuyen incesantemente a mejorar la salud en la Región.