Medio
a) Aumentar la capacidad nacional en materia de planificación para situaciones de emergencia, incluidas la evaluación y gestión de riesgos y la realización de pruebas en todos los niveles y en todas las fases de las emergencias de salud mediante la plena aplicación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), el Acuerdo sobre Pandemias y el Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres, con una perspectiva de “Una salud” según corresponda, aprovechando las enseñanzas de la pandemia de COVID-19. La OPS fortalecerá la capacidad de los países, de acuerdo con el marco de seguimiento y evaluación del RSI, para detectar y abordar brechas en las capacidades de gobernanza, preparación y disposición operativa.
b) Incorporar medidas integrales de reducción de riesgos usando buenas prácticas de gestión de riesgos e integrando el enfoque de "Una salud" cuando corresponda en las políticas y estrategias nacionales y territoriales para reducir los riesgos de desastres y prevenir epidemias y pandemias. Las medidas de reducción de riesgos incluirán el aumento de la resiliencia de los establecimientos de salud frente a los desastres y las emergencias de salud, incorporando medidas para proteger el acceso equitativo de las personas en situación de vulnerabilidad durante las emergencias, el manejo clínico, la prevención y el control de infecciones, la resiliencia a nivel de toda la sociedad y la reducción del impacto de las emergencias, a la vez que se asegura la continuidad de los servicios esenciales de salud en todos los niveles.
c) Reforzar la vigilancia de enfermedades y eventos con un enfoque de "Una salud" al fortalecer la vigilancia epidemiológica y los sistemas de laboratorios de salud pública; fortalecer las redes de laboratorios de diagnóstico para los agentes patógenos emergentes y epidemiógenos (incluidos los agentes patógenos zoonóticos) en el marco de políticas de bioseguridad, bioprotección y garantía de la calidad; ampliar la vigilancia genómica; aprovechar la innovación tecnológica; y garantizar que la información y los análisis interconectados se incorporen en la alerta y la detección tempranas.
d) Involucrar y empoderar a las comunidades en relación con la reducción de riesgos basada en la evidencia, así como en la preparación, la disposición operativa y la respuesta frente a desastres y emergencias de salud, por medio de estrategias diferenciadas y eficientes de comunicación de riesgos y participación comunitaria que refuercen los circuitos de retroalimentación. Se prestará especial atención a las personas y los grupos poblacionales en situación de vulnerabilidad (como las mujeres, la población infantil, los Pueblos Indígenas, las personas con discapacidad, las personas con ENT, las personas mayores, las personas en movimiento y los grupos marginados), que a menudo se ven afectados de manera desproporcionada por los eventos adversos.
e)Coordinar los distintos sectores y partes interesadas para mejorar la seguridad sanitaria a nivel subregional, regional y mundial, así como el acceso equitativo a contramedidas e insumos durante epidemias, pandemias y otras emergencias de salud.
Resolución CSP30.R9: Estrategia de vigilancia genómica regional para la preparación y respuesta a epidemias y pandemias (documento CSP30/12) (2022)
Resolución CSP30.R9: Estrategia de vigilancia genómica regional para la preparación y respuesta a epidemias y pandemias (documento CSP30/12) (2022)
Resolución CSP30.R9: Estrategia de vigilancia genómica regional para la preparación y respuesta a epidemias y pandemias (documento CSP30/12) (2022)
Reglamento Sanitario Internacional (2005)