Después de un aumento notable de la transmisión de la malaria entre el 2017 y el 2019, el número de casos se redujo en la Región y, en el 2022, volvió a los niveles de la línea de base del 2015 (figura A.21). En siete países y un territorio se observó una disminución del número de casos de malaria notificados entre el 2015 y el 2022. Cinco países y un territorio estaban en vías de alcanzar la meta de reducir la incidencia y la mortalidad por malaria en un 75% con una disminución de la incidencia de casos de un 55% o más en el 2022 en comparación con el 2015. Sin embargo, entre el 2015 y el 2022, nueve países registraron aumentos o no presentaron ningún cambio en la incidencia de la malaria.
Para el 2025 es probable que más países alcancen la meta de la OMS de reducción de la malaria o se acerquen a ella por medio de mejoras esenciales en los programas de control. El objetivo de eliminar la malaria en la Región aún enfrenta grandes dificultades, en especial en la zona amazónica, debido a los determinantes sociales y ambientales y a la gran dispersión de la malaria en zonas con endemicidad. La eliminación requiere esfuerzos sostenidos para interrumpir la transmisión en las zonas con endemicidad de los países y territorios.
Recomendaciones
- Realizar intervenciones basadas en la detección temprana de la malaria, el tratamiento, la investigación y la respuesta de los sistemas de salud.
- Apoyar a los países que están a punto de eliminar la malaria o que se están preparando para obtener la certificación de la condición de país libre de malaria en la elaboración de un plan integral y multisectorial de prevención y respuesta ante la reaparición de la malaria. Esos planes deben tratar de prevenir la transmisión posterior a partir de cualquier caso importado y responder de inmediato a los casos, ya sean introducidos o autóctonos.