La tasa de mortalidad neonatal en la Región disminuyó sustancialmente, de 13,0 muertes por 1000 nacidos vivos en el 2000 a 7,27 muertes por 1000 nacidos vivos en el 2021. Si esta tendencia continúa, es probable que se alcance la meta para el 2025. A pesar de la tendencia a la baja, este descenso debe acelerarse en los próximos años para cumplir los compromisos y objetivos establecidos para el 2025, especialmente a raíz de la pandemia de COVID 19. El impacto de la pandemia aún no se ha reflejado en las tendencias señaladas anteriormente.
Este indicador proporciona información sobre el riesgo de mortalidad en los días 0 a 27 de vida, lo que está relacionado con diferentes determinantes sociales y con la cobertura y la calidad de la atención de salud. Las enfermedades prevenibles y los problemas de salud durante los períodos pregestacional, prenatal y posnatal son factores significativos que contribuyen a la mortalidad neonatal, lo cual pone de relieve la importancia del acceso a atención de buena calidad. Las desigualdades sociales son factores clave que contribuyen a la mortalidad neonatal, lo que pone de relieve la necesidad de abordar las disparidades entre los distintos grupos socioeconómicos. Si bien la meta de la ASSA2030 de reducir la mortalidad neonatal a menos de nueve muertes por 1000 nacidos vivos ya se ha superado a nivel regional, hay diferencias entre los países y entre diferentes grupos de población.
Recomendaciones
- Aumentar el acceso a atención de salud de calidad durante los períodos de desarrollo pregestacional, prenatal y posnatal.
- Priorizar las intervenciones del sistema de salud que abordan la prematuridad, la sepsis neonatal, la asfixia y los defectos congénitos.
- Triangular datos de múltiples fuentes para efectuar análisis de la equidad en materia de salud usando estratificadores sociales críticos, como riqueza, educación, género, diferencias entre zonas urbanas y rurales, y otros determinantes sociales de la salud.
- Reforzar la infraestructura del sistema de información sobre la salud que posibilita el desglose de los datos sociales y de salud y el análisis de los sistemas de salud subnacionales a fin de evitar diferencias injustas en la calidad de la atención de salud.