Este indicador se mide a partir de los datos de resistencia a los antimicrobianos en cepas aisladas, recopilados anualmente por medio de la iniciativa de vigilancia reforzada que se lleva a cabo en la Región. En el marco de esta iniciativa, coordinada por los puntos focales nacionales para la resistencia a los antimicrobianos, los países informan sobre los patógenos resistentes a los carbapenémicos aislados de hemocultivos. Desde su puesta en marcha en el 2019, siete países —Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay y Perú— se han sumado a la iniciativa. Al final de cada año de notificación, se invita a los países a presentar dos conjuntos de datos a la Oficina: uno relacionado con las infecciones del torrente sanguíneo por agentes patógenos resistentes a los antimicrobianos y otro sobre los parámetros de medición del desempeño de la capacidad hospitalaria. La colaboración con la Red Latinoamericana y del Caribe de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (ReLAVRA+) ha sido esencial para mejorar la capacidad de vigilancia. 

Al 2023, cinco de los siete países (Argentina, Colombia, Costa Rica, Panamá y Paraguay) habían presentado a la OPS datos de resistencia a los antimicrobianos en cepas aisladas. Se han notificado 202 809 cepas positivas, y el número de cepas recibidas ha aumentado notablemente, de 12 059 en el 2019 a 85 481 en el 2022. El examen de los datos del 2023 comenzará en el último trimestre del 2024, según lo previsto. 

Colombia aportó la mayoría de estas cepas (130 768 en total), de un promedio de 246 sitios centinela. Argentina presentó 50 953 cepas de un promedio de 100 hospitales centinela en un período de cuatro años (del 2019 al 2022). Durante este período, el número de cepas notificadas anualmente en Argentina aumentó de 10 014 en 2019 a 12 854 en 2022. Además, el número de sitios centinela de Argentina aumentó de 86 (73 miembros de la red y 13 laboratorios periféricos adicionales) en el 2019 a 109 (82 miembros de la red y 27 laboratorios periféricos adicionales) en el 2022. Costa Rica presentó 2045 cepas aisladas de cuatro sitios centinela en el 2019, mientras que Panamá presentó 1908 cepas aisladas de dos hospitales centinela en el 2020. Entre el 2020 y el 2022, Paraguay presentó datos de 17 135 cepas, con un promedio de 5711 al año. El número de sitios centinela que presentan datos de Paraguay aumentó de nueve en el 2020 a 27 en el 2022. Ecuador y Perú están a punto de presentar datos a la Oficina. Este indicador no se ha actualizado de manera anual. 

En el 2024, la Oficina incorporó un sistema de captura electrónica de datos con el fin de abordar los obstáculos en la recopilación de denominadores para el indicador y así facilitar la recopilación de datos de los hospitales centinela. El sistema fue creado en consonancia con los requisitos del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y de su Uso (GLASS, por su sigla en inglés), que también facilita la presentación de datos a nivel mundial. El proyecto piloto en Colombia ha mostrado una mejora de la calidad y la eficiencia de la recopilación de datos. 

Al 2023, 20 países habían presentado a la OPS datos consolidados de resistencia a los antimicrobianos. Sin embargo, no todos los países tienen la capacidad para vigilar la resistencia a los antimicrobianos en las infecciones del torrente sanguíneo a nivel nacional. En consecuencia, la capacidad para informar sobre este indicador a nivel regional es limitada. 

Recomendaciones 

• Continuar los esfuerzos para aumentar la capacidad de vigilancia de las infecciones del torrente sanguíneo en todos los países, a fin de obtener información valiosa sobre el impacto de la resistencia a los antimicrobianos en la salud humana. 
• Extender el uso de los sistemas de captura electrónica de datos a más países a fin de reducir las barreras para la recopilación de datos. Esto posicionará mejor a los países para inscribirse en la iniciativa de vigilancia reforzada y mejorar la calidad general de la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos, además de posibilitar la medición de este indicador. 
• Comprender mejor la carga de la resistencia a los antimicrobianos, que puede servir de base para las políticas y la asignación de recursos para el control de infecciones, la optimización del uso de los antimicrobianos y la obtención de nuevos agentes antimicrobianos.
•  Desarrollar y fortalecer el análisis del indicador desde la perspectiva de la calidad de la atención de salud. Dado que las infecciones del torrente sanguíneo se contraen comúnmente en entornos de atención de salud, son un buen indicador de la eficacia de las medidas de control de infecciones y la prevalencia de la resistencia a los antimicrobianos en los hospitales.