Este indicador estima el tiempo promedio en años que una persona (a una edad determinada) podría esperar vivir con buena salud (es decir, teniendo en cuenta los resultados mortales debidos a la mortalidad prematura y los resultados no mortales de la discapacidad). Es una medición resumida de la salud de la población. 

Las tendencias proyectadas de la esperanza de vida ajustada en función del estado de salud se basan en estimaciones realizadas a partir del estudio sobre la carga mundial de enfermedad del 2019; aún no se han publicado nuevas iteraciones desde el informe del 2022. Sobre la base de estas proyecciones (y de los supuestos subyacentes del estudio del 2019), la Región de las Américas está en curso de alcanzar la meta para el 2025 de una esperanza de vida ajustada en función del estado de salud de 66,44 años si se mantiene un aumento promedio de 0,17 años por año calendario. Es probable que la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID 19) del 2019 haya tenido un impacto significativo y distribuido de manera desigual en la magnitud y las tendencias de la esperanza de vida y la esperanza de vida ajustada en función del estado de salud. Aunque este indicador se considera “en curso” de acuerdo con la información disponible, es posible que la esperanza de vida ajustada en función del estado de salud sea menor de lo previsto como consecuencia de la pandemia. 

Recomendaciones 

• Continuar evaluando este indicador a medida que se cuente con más información y analizar el efecto de la pandemia y de otros factores que puedan afectar el desempeño. 
• Trabajar continuamente en toda la gama de factores complejos que influyen en la esperanza de vida ajustada en función del estado de salud.