La tasa de mortalidad en menores de 5 años en la Región disminuyó sustancialmente, de 26,4 muertes por 1000 nacidos vivos en el 2000 a 12,9 muertes por 1000 nacidos vivos en el 2021. Si esa tendencia continúa, es probable que se alcance la meta para el 2025. A pesar de la tendencia a la baja, este descenso debe acelerarse en los próximos años para cumplir los compromisos y objetivos establecidos, especialmente a raíz de la COVID 19. El impacto de la pandemia aún no se ha reflejado en las tendencias antedichas.
La tasa de mortalidad en menores de 5 años mide la supervivencia infantil. También refleja las condiciones sociales, económicas y ambientales en las que vive la población infantil (y otros integrantes de la sociedad), incluida su atención de salud. En la mayoría de los países, una parte importante de la mortalidad en menores de 5 años se atribuye a diarreas infecciosas y neumonías. Las desigualdades sociales también desempeñan un papel importante en la mortalidad en menores de 5 años, lo cual pone de relieve la necesidad urgente de abordar las disparidades entre los distintos grupos socioeconómicos.
Las tasas de mortalidad en menores de 5 años siguen siendo desproporcionadamente altas en varios países de la Región. Si bien la meta de la ASSA2030 de reducir la mortalidad neonatal a menos de 9 muertes por 1000 nacidos vivos ya se ha superado a nivel regional, hay diferencias entre los países y entre distintos grupos poblacionales.
Recomendaciones
- Mejorar la cobertura de vacunación contra Streptococcus pneumoniae, garantizar la disponibilidad de antibióticos seguros y establecer protocolos eficaces para el manejo de casos de neumonía neonatal.
- Garantizar el acceso a sales de rehidratación oral y zinc por lo menos para el 90% de la población, medida que puede reducir la mortalidad relacionada con las enfermedades diarreicas.
- Triangular datos de múltiples fuentes, en particular para los principales estratificadores sociales, como riqueza, educación, sexo, diferencias entre zonas urbanas y rurales, y otros determinantes sociales de la salud, a fin de detectar y abordar las desigualdades en la salud.
- Mejorar los sistemas de información sobre la salud, en particular los que promueven el desglose de los datos sociales y de salud a menor escala geográfica, para fortalecer los análisis de la salud a nivel subnacional y aplicar intervenciones localizadas dirigidas a los determinantes sociales de la salud que reduzcan de manera demostrable las desigualdades en la salud.