Este indicador es útil para determinar el posible impacto de la atención de salud en la salud de una población, suponiendo que haya un conjunto de muertes prematuras que no deberían haberse producido en presencia de intervenciones médicas oportunas y eficaces. En otras palabras, las causas de estas muertes se consideran tratables y, por lo tanto, evitables con atención médica adecuada. 

Debido a una corrección realizada en la Base de Datos Mundial de Mortalidad de la OMS en relación con el proceso de agrupación de códigos de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), no se pueden obtener datos sobre el 32,2% de los códigos de la CIE definidos en las especificaciones técnicas para este indicador. Además, los valores actuales de la línea de base y de la meta difieren de las cifras que figuran en los datos de la OMS. Por lo tanto, es necesario ajustar la meta a 77,6 muertes por 100 000 habitantes, y se ha actualizado la línea de base a 93,2 muertes por 100 000 habitantes. 

Según la información actual, a fin de alcanzar la meta para el 2025 se requiere una reducción anual de 2,6%. La tasa actual es de 1,4%, lo cual indica que es poco probable que la Región alcance la meta a pesar de las disminuciones constantes de la tasa de mortalidad por causas evitables mediante la atención de salud en los Estados Miembros. Además, es probable que la mortalidad por causas prevenibles sea mayor de lo que indican los datos. 

Recomendaciones

• Centrarse en intervenciones críticas de calidad en la atención de salud, especialmente en países con tasas desproporcionadamente altas de mortalidad por causas evitables mediante la atención de salud. 
• Adoptar enfoques validados por la Oficina para estimar los datos de mortalidad en los países a fin de mejorar la capacidad de seguimiento de este indicador.