Tres países meta (BRA, CUW, DOM) no completaron la evaluación. Estos 3 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Muchos países de la Región de las Américas siguen trabajando con el fin de mejorar la capacidad resolutiva del primer nivel de atención. Varios países, como Belice, Bolivia (Estado Plurinacional de), Canadá, Chile y Honduras, han formulado políticas y estrategias encaminadas a mejorar el acceso a la atención primaria, brindar apoyo a los profesionales de la salud, aumentar la capacidad para abordar las enfermedades crónicas, mejorar los cuidados preventivos y paliativos, y promover la integración de las redes de salud, incluido el uso de la telesalud. Otros países, como Argentina, Costa Rica, Ecuador y Guyana, se han concentrado en fortalecer la gobernanza, mejorar la infraestructura, fomentar la colaboración intersectorial y reforzar los servicios de salud maternoinfantil. A pesar de estos esfuerzos, todavía queda mucho por hacer, en particular en lo que respecta al fomento de la integración de los servicios de salud con un enfoque de equidad. La continuidad de esta labor es crucial para lograr un impacto a largo plazo en los resultados de salud.
Dos países de línea de base (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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En términos generales, si bien hubo un retroceso respecto de la línea de base, los países alcanzaron este indicador del resultado intermedio o están encaminados para alcanzarlo y mejorar la salud y el desarrollo infantiles. Algunos países están aplicando una estrategia nacional de salud materna y neonatal, pero es necesario mejorar el seguimiento y la armonización de esas estrategias con el marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Las estrategias para avanzar incluyen la adopción y aplicación en la Región de las Américas de los marcos de la OMS sobre la crianza para la salud a lo largo de toda la vida y la escala mundial para el desarrollo de la primera infancia.
Un país de línea de base (BRA) no completó la evaluación. Este país no se tuvo en cuenta en la evaluación general del indicador.
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En términos generales, la mayor parte de los países están bien encaminados en lo que se refiere a las medidas para prevenir la dependencia de los cuidados. El movimiento de la Década del Envejecimiento Saludable ofrece una gran oportunidad para promover esta agenda e impulsar a los países a adoptar medidas que conduzcan a la atención integrada y a la acción intersectorial, especialmente en lo que respecta a entornos propicios y la protección de los derechos de las personas mayores.
Un país de línea de base (BRA) no completó la evaluación. Este país no se tuvo en cuenta en la evaluación general del indicador.
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La reducción del tiempo que se tarda en diagnosticar y tratar los casos de malaria es un indicador esencial para combatir esta enfermedad, y es una de las esferas prioritarias del marco técnico de cooperación de la Organización Panamericana de la Salud. El acceso temprano al tratamiento ha sido la piedra angular de la estrategia regional, que abarca desde el mantenimiento de la capacidad de diagnóstico y la promoción del uso de pruebas rápidas hasta el manejo de los antimaláricos, la promoción de la microplanificación y la aplicación de la estrategia de diagnóstico, tratamiento, investigación y respuesta.
Gracias a los sistemas de información nominal, todos los países donde la malaria es endémica dan seguimiento a la fecha del diagnóstico y la fecha de inicio del tratamiento. Aunque muchos países dijeron que cumplían la menta del indicador, el cumplimiento parcial por dos países incluidos en la línea de base podría afectar el desempeño general con respecto al indicador. Todos los países donde la malaria es endémica siguen teniendo dificultades para acortar el tiempo que transcurre entre la aparición de los síntomas y el tratamiento, y deben dar prioridad a las medidas para abordar los obstáculos que enfrenta la población para acceder al tratamiento.
Sin embargo, como se señala en las especificaciones técnicas, este indicador es variable y difícil de alcanzar en entornos de transmisión baja, razón por la cual se acaba por penalizar a los países que logran reducir mucho el número de casos. A medida que la transmisión disminuye, se tarda más en detectar los casos. Por lo tanto, se prevé que los países incluidos en la línea de base que están reduciendo la transmisión de la malaria, así como otros países que están reduciendo notablemente el volumen de casos, tengan dificultades para alcanzar el indicador para el 2025, a pesar de haber avanzado hacia la eliminación.
Cuatro países meta (BRA, GUF, GLP, MTQ) no completaron la evaluación. Estos 4 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Se está trabajando en el fortalecimiento de la capacidad de vigilancia de las enfermedades arbovirales en los países para facilitar el seguimiento de la mayor epidemia de dengue jamás registrada en la Región de las Américas. Se han logrado grandes avances con la vigilancia colaborativa basada en la creación de espacios virtuales de colaboración. Además, se ha preparado un nuevo manual de procedimientos para la vigilancia integrada de las enfermedades arbovirales tras dos reuniones de consulta con expertos de los países.
Tres países de línea de base (BRA, DOM, GLP) no completaron la evaluación. Estos 3 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Los países de la Región de las Américas han hecho grandes esfuerzos para incorporar la vacuna en sus esquemas nacionales de vacunación; al 31 de diciembre del 2023, solo cuatro no habían introducido la vacuna contra el VPH. En 26 países de la Región se está vacunando a la población infantil, y 12 países han pasado a un esquema de dosis única.
Un país de línea de base (BRA) no completó la evaluación. Este país no se tuvo en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Los países de la Región de las Américas están avanzando hacia el establecimiento de protocolos estandarizados y basados en la evidencia para mejorar la calidad de la atención de la diabetes. Sin embargo, a la par de estos esfuerzos, la prevalencia de la obesidad, uno de los principales factores de riesgo de diabetes, sigue aumentando. En consecuencia, es difícil detener el aumento sostenido de la diabetes, lo cual refleja la necesidad de redoblar los esfuerzos y avanzar hacia una respuesta conjunta, integrada e integral a la diabetes y otras enfermedades no transmisibles y factores de riesgo. Además, debido a la necesidad de contar con datos poblacionales actualizados, estandarizados y comparables internacionalmente, es difícil evaluar los avances realizados en lo que se refiere a este indicador. El fortalecimiento de los sistemas de vigilancia de las enfermedades no transmisibles en la población, incluida la diabetes, tendría un efecto positivo en el seguimiento de este indicador.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país meta (MEX). Además, 1 países meta (BRA) no completó la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Los países de la Región de las Américas, incluidos los que están en riesgo, están realizando cambios estructurales en la adquisición de medicamentos y dispositivos validados para controlar la presión arterial y están adoptando protocolos de tratamiento estandarizados para ayudar a ampliar el acceso a una atención de calidad desde el ámbito de la atención primaria de salud y mejorar las tasas de control de la hipertensión. Sin embargo, la adopción de metodologías de mejora sistemática de la calidad aplicables al manejo de la hipertensión es aún incipiente en la Región y debe estar acompañada de sistemas de seguimiento y evaluación que permitan a los equipos de atención primaria de salud observar y corregir las desviaciones en su propio desempeño. Además, la falta de datos actualizados a nivel poblacional limita la capacidad para medir con precisión el progreso.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país meta (JAM). Además, 2 países de línea de base (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 3 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país meta (CYM). Además, 1 país de línea de base (DOM) no completó la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Como parte del proceso de desinstitucionalización, se impartió un curso de gestión de crisis de salud mental a socorristas de Saint Kitts y Nevis y Bahamas. Los procesos de desinstitucionalización se aceleraron en varios países para efectuar la transición a servicios basados en la comunidad. Por ejemplo, Paraguay ha avanzado en la transición de los pacientes de un hospital psiquiátrico nacional a la atención de salud mental integrada en la comunidad, y el año pasado brindó apoyo a 156 pacientes en nuevos centros municipales. La respuesta móvil a las crisis adquirió más prominencia como alternativa frente a las hospitalizaciones. Otro ejemplo es el servicio de respuesta a emergencias de Bahamas, que ha prevenido hospitalizaciones evitables. Ahora hay programas similares de asistencia en tres provincias argentinas.
Un país de línea de base (BRA) no completó la evaluación. Este país no se tuvo en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Este indicador está bien encaminado para alcanzarse en la fecha prevista. Sin embargo, es probable que los países con un historial de escasez y migración de trabajadores de salud tengan dificultades para alcanzarlo y, por lo tanto, requieran apoyo adicional de la Oficina Sanitaria Panamericana.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país meta (JAM). Además, 1 país de línea de base (BRA) y 1 país meta (DOM) no completaron la evaluación. Estos 3 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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A pesar de un retroceso con respecto a la línea de base, algunos países están avanzando hacia la meta. Un país se considera “en riesgo” porque ha notificado avances en el aumento de la capacidad de los equipos interprofesionales en el primer nivel de atención, pero aún no ha alcanzado el nivel que requiere su modelo de atención. Entre los ejemplos de avances realizados en los países que están bien encaminados se encuentran el apoyo de la Oficina Sanitaria Panamericana (la Oficina) para la preparación de propuestas técnicas que estén en consonancia con la reforma nacional del sector de la salud, el trabajo conjunto de la Oficina y el sector académico con el fin de definir la composición y organización de los equipos interprofesionales, y la aprobación de resoluciones sobre la atención primaria de salud que posibilitan la formación de equipos interprofesionales en los países.
Uno de los objetivos del Plan de acción sobre recursos humanos para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud 2018-2023 era la formación de equipos interprofesionales en el primer nivel de atención que guiaran a los países hacia el logro de esta meta. Además, la Política sobre el personal de salud 2030: fortalecimiento de los recursos humanos para la salud a fin de lograr sistemas de salud resilientes contiene medidas para fortalecer la formación de equipos interprofesionales e incorporarlos en las redes integradas de servicios de salud basadas en la atención primaria como línea estratégica, lo cual apoyará los esfuerzos de los países que están encaminados para alcanzar este objetivo.
Un país de línea de base (BRA) no completó la evaluación. Este país no se tuvo en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Hubo grandes avances a nivel nacional: seis de los ocho países incluidos en la meta ya han alcanzado el indicador. Chile y Colombia están en camino de lograrlo, con el apoyo técnico de la Oficina Sanitaria Panamericana (la Oficina) en estrategias para aumentar el acceso a medicamentos. A nivel regional, se recopilaron datos de 20 Estados Miembros, entre ellos Chile y Colombia, por medio de una encuesta sobre el acceso a medicamentos y otras tecnologías sanitarias, que permitió a la Oficina determinar las brechas en el acceso y las necesidades de cooperación técnica, y preparar el informe final solicitado en la resolución CD55.R12 sobre El acceso y uso racional de los medicamentos y otras tecnologías sanitarias estratégicos y de alto costo.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país de línea de base (CHL). Además, 1 país de línea de base (BRA) no completó la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Si bien la calificación actual de este indicador es “sin avances” debido a un retroceso respecto de la línea de base, los sistemas regulatorios de la mayoría de los países están avanzando hacia el nivel de madurez 3. Algunos ejemplos de los avances logrados en los países que están encaminados para alcanzar la meta del indicador son los siguientes:
1) mayor capacidad para aplicar la Herramienta mundial de la OMS para la evaluación de los sistemas regulatorios nacionales de productos médicos (conocida como GBT, por su sigla en inglés);
2) mayor participación en una lista de expertos para evaluar la capacidad regulatoria;
3) mejor detección de las brechas;
4) definición de planes de desarrollo institucional con miras a incrementar su nivel de madurez, de acuerdo con los criterios definidos.
Se están realizando esfuerzos adicionales para guiar y apoyar a las autoridades regulatorias nacionales de referencia regional de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba y México) en su transición para convertirse en autoridades incluidas en la lista de la OMS por medio de un procedimiento simplificado que posiblemente no requiera una evaluación completa de la capacidad regulatoria, sino solo una demostración de su desempeño.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país meta (CHL). Además, 1 país meta (BRA) no completó la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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La Oficina Sanitaria Panamericana sigue proporcionando cooperación a los Estados Miembros en la formulación, aprobación y ejecución de planes nacionales sobre seguridad radiológica de conformidad con las normas básicas internacionales de seguridad. Si bien la mayor parte de los Estados Miembros están usando las normas básicas de seguridad para establecer normas nacionales o actualizarlas y han usado criterios operacionales en el ámbito de la seguridad radiológica, les llevará tiempo efectuar los cambios necesarios en los sistemas nacionales de protección radiológica para cumplir plenamente los requisitos establecidos en las normas básicas internacionales de seguridad. Se prevé que la meta se alcance para fines del 2025.
Dos países meta (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Ningún país ha alcanzado la meta de este indicador, aunque se informa que cuatro países están encaminados para hacerlo en el 2025.
Los indicadores de protección financiera en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (gastos catastróficos que empobrecen a los hogares) se elaboran a partir de encuestas de hogares que recopilan datos pertinentes. Estas encuestas se llevan a cabo en los países en distintos momentos, pero casi siempre a intervalos de cinco o diez años. Muchos países tienen grandes dificultades para realizar estas encuestas, lo cual provoca un retraso de varios años en la disponibilidad de los datos.
Solo cuatro países de la Región de las Américas (Bolivia [Estado Plurinacional de], Estados Unidos de América, México y Perú) estarían en condiciones de calcular estos indicadores y cuentan con datos sobre dos años o más (puntos de datos) del período 2019-2025 (o años adyacentes pertinentes) para calcular la variación. Otros cuatro países (Colombia, El Salvador, Panamá y República Dominicana) tienen actualmente un punto de datos para los años pertinentes o adyacentes, y podrían concluir la medición hacia el final del período, en el 2025. Por lo tanto, se recomienda eliminar su medición o simplemente limitar la línea de base y la meta de los indicadores a los países sobre los cuales haya suficientes datos.
La Organización Panamericana de la Salud da seguimiento a estos indicadores en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. Se proporciona capacitación a los países para que los usen, y se alienta a que lo hagan, a fin de que puedan hacer encuestas y analizar los resultados. Más recientemente, la Oficina Sanitaria Panamericana ha comenzado a analizar los factores determinantes que contribuyen a la falta de protección financiera. Esto permitirá a los países contar con más evidencia para mejorar sus políticas.
Dos países de línea de base (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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El número de países que notifican datos sobre el estigma en los servicios de salud ha aumentado, pero esto todavía no se ha convertido en una acción sistemática para apoyar la reducción del estigma y mejorar el acceso de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres a los servicios de salud.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 1 país de línea de base (MEX). Además, 1 país de línea de base (BRA) y 1 país meta (GUF) no completaron la evaluación. Estos 3 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Las condiciones actuales después de la pandemia siguen menoscabando la capacidad de los países para llevar a cabo eficazmente intervenciones sobre el terreno a fin de hacer frente a este problema. Se esperan mayores logros en el próximo bienio (2024-2025).
Dos países de línea de base (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Aunque la calificación actual de este indicador es “sin avances”, los países han podido abordar los factores de riesgo de las enfermedades transmisibles mediante la adopción de medidas intersectoriales con apoyo técnico de la Oficina Sanitaria Panamericana. Desde la perspectiva de la salud pública integrada que forma parte del enfoque de “Una salud”, los países están registrando mejoras tangibles en los resultados de salud pública. Entre los principales avances cabe destacar la ejecución de planes de acción nacional para combatir la resistencia a los antimicrobianos, el desarrollo y fortalecimiento de sistemas nacionales de inocuidad de los alimentos basados en el Codex Alimentarius, y un mejor acceso a antídotos que salvan vidas como consecuencia de la producción en laboratorios de salud pública y su inclusión en los fondos rotatorios de la Organización Panamericana de la Salud.
Two target countries (BRA, DOM) did not complete the assessment. These 2 countries were not counted towards the overall indicator assessment.
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La mayor parte de los países incluidos en la meta han demostrado su compromiso político con la eliminación de los ácidos grasos trans de producción industrial de su oferta de alimentos. Con los esfuerzos continuos de la Oficina Sanitaria Panamericana para ayudarles a adoptar las mejores prácticas de la OPS/OMS a fin de lograr dicha eliminación, el indicador va por buen camino, siempre y cuando los compromisos de los Estados Miembros se traduzcan en medidas de política en el 2024.
Dos países de línea de base (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Un comité asesor u organismo coordinador en materia de seguridad vial es fundamental para coordinar la labor de diversos sectores, como el transporte, la salud, la educación y la aplicación de la ley, a fin de aplicar un enfoque unificado y estratégico. Además, un comité de ese tipo se encarga de formular y aplicar políticas y normas basadas en la evidencia, como leyes sobre el uso del cinturón de seguridad, límites de velocidad y medidas para prevenir la conducción en estado de ebriedad. Un organismo coordinador también desempeña un papel vital en la recopilación y el análisis de datos sobre los traumatismos causados por el tránsito, lo cual permite observar tendencias y evaluar la eficacia de las intervenciones. La asignación adecuada de recursos y la cooperación internacional son otras esferas en las que un organismo de este tipo puede tener un impacto significativo al adoptar las mejores prácticas mundiales para mejorar la seguridad vial y reducir las muertes y los traumatismos causados por el tránsito.
La Organización Panamericana de la Salud proporcionó apoyo técnico a varios comités asesores sobre seguridad vial y a organismos coordinadores de la Región de las Américas, en los casos en que se lo solicitó, para respaldar su labor de gestión de la seguridad vial. Una esfera prioritaria es el fortalecimiento de los sistemas de datos de seguridad vial. Por consiguiente, la OPS/OMS elaboró el quinto informe sobre la situación mundial de la seguridad vial a fin de ayudar a los países a detectar brechas y establecer prioridades para acelerar el cumplimiento de las recomendaciones del Plan mundial para el decenio de acción para la seguridad vial 2021 2030. La finalidad de estas iniciativas es alcanzar la meta ambiciosa, aunque asequible, de reducir la mortalidad y los traumatismos graves causados por el tránsito en todo el mundo en un 50%.
Dos países meta (BRA, DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Dada la alta prevalencia de la violencia en la Región de las Américas, es crucial que los Estados Miembros enfaticen la prevención. La prevención de la violencia depende de la colaboración de muchos sectores gubernamentales y partes interesadas no gubernamentales. Aunque no hay una sola institución o agente que pueda prevenir la violencia, es esencial que el sector de la salud colabore con otros asociados en esta tarea. Las políticas y los planes nacionales o multisectoriales desempeñan un papel fundamental en la definición de la visión, los objetivos, las orientaciones de política y las estrategias de un país, así como los mecanismos de coordinación para prevenir la violencia y responder a ella. La importancia de un plan nacional o multisectorial para abordar la violencia que incluya el sistema de salud se reitera en la Estrategia y plan de acción sobre el fortalecimiento del sistema de salud para abordar la violencia contra las mujeres, así como en los marcos interinstitucionales INSPIRE y RESPECT. La Oficina Sanitaria Panamericana ha estado brindando apoyo a los países para aumentar la capacidad en la Región en materia de estrategias e intervenciones basadas en la evidencia, a fin de fundamentar el proceso de formulación de políticas. Aunque muchos Estados Miembros informan que tienen un plan nacional o multisectorial de ese tipo, es importante señalar que varios de estos planes están a punto de caducar, lo cual pone de relieve la urgencia de promover la acción en este ámbito y mantener los avances realizados en el último decenio. Las alianzas con ONU-Mujeres, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Banco Mundial para fortalecer las herramientas de ejecución y el diálogo sobre políticas acerca de INSPIRE y RESPECT en los países, así como los preparativos para la próxima Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, marcan la tónica de este importante trabajo, que podría ampliarse más adelante.
Un país de línea de base (DOM) y un país meta (BRA) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general de indicador.
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En el informe de la Comisión de Alto Nivel de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre Salud Mental y COVID-19 y la nueva Estrategia para mejorar la salud mental y la prevención del suicidio se presentan la visión y las medidas recomendadas para aumentar la cooperación técnica en materia de salud mental en la Región de las Américas. Varios países han comenzado a tomar medidas importantes para mejorar y reformar sus sistemas de salud mental. Las recomendaciones de la Comisión ponen de relieve la importancia del trabajo intersectorial y la integración de la salud mental en todas las esferas del gobierno para enfrentar mejor la crisis de salud mental a largo plazo en la Región. En el ámbito de la prevención del suicidio, se elaboraron estrategias integrales en consonancia con las mejores prácticas mundiales con el apoyo de la OPS, incluidas la promoción de la colaboración intersectorial y la formulación de políticas. Por ejemplo, la OPS ayudó a Uruguay a establecer una red de múltiples partes interesadas para la prevención del suicidio en la atención de salud, la educación, los servicios sociales y la sociedad civil. También se han formulado recomendaciones de política priorizadas. Bolivia (Estado Plurinacional de) centró la acción a nivel de la sociedad, la comunidad, las relaciones y las personas sobre la base del marco “Vive la vida” de la Organización Mundial de la Salud.
Además, se capacitó a 70 profesionales de los medios de comunicación sobre la cobertura responsable del suicidio en Guyana (25), Barbados (22) y Granada (23).
Un país de línea de base (BRA) y un país meta (DOM) no completaron la evaluación. Estos 2 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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En el 2022, el 85% de las personas con infección por el VIH en América Latina habían sido diagnosticadas; de ellas, el 85% recibían tratamiento antirretroviral (TAR), y en el 92% se había suprimido la carga viral. En el Caribe se había diagnosticado al 83% de las personas con infección por el VIH; de ellas, el 81% recibían TAR, y en el 84% se había suprimido la carga viral. La cobertura de TAR para las personas con la infección por el VIH en América Latina y el Caribe se multiplicó por 2,2 entre el 2010 (32%) y el 2022 (71%). Como parte de los esfuerzos para optimizar el tratamiento de la infección por el VIH, la Oficina Sanitaria Panamericana (la Oficina) ha estado apoyando activamente a los países en la actualización de sus planes estratégicos nacionales y sus directrices para el tratamiento. Esto incluye asistencia focalizada en varios países de la Región, incluido el apoyo para la selección y previsión óptimas de medicamentos antirretrovirales. Además, la Oficina ha estado apoyando a los países en materia de VIH y envejecimiento, tratamiento pediátrico, resistencia, eliminación y cura. Con la colaboración del Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) de México, un nuevo centro colaborador de la OMS sobre la resistencia del VIH, se espera reforzar la cooperación técnica.
Con respecto a la enfermedad avanzada por el VIH, la Oficina proporciona asistencia técnica para la introducción de nuevas pruebas y tratamientos para las infecciones oportunistas y apoya las investigaciones sobre la aplicación, incluido el análisis de la mortalidad, en países seleccionados.
Tres países de línea de base (DOM, GLP, MTQ) no completaron la evaluación. Estos 3 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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Durante el bienio, los países de la Región de las Américas avanzaron en la eliminación de la malaria o en la interrupción de su transmisión, tanto a nivel nacional como subnacional, y evitaron su restablecimiento en países libres de malaria y en territorios receptores. Tanto en los países donde la malaria es endémica como en aquellos donde no lo es se está incorporando la investigación de casos, así como mejoras en las directrices, los instrumentos y los procesos de vigilancia. Estas medidas deben integrar los esfuerzos realizados hasta ahora por programas verticales con procesos y agentes de vigilancia epidemiológica más transversales. Persisten importantes desafíos en este aspecto de la integración y en la calidad de las investigaciones. Las mejoras pendientes consisten en la realización de investigaciones en territorios donde la malaria es endémica a pesar de que se producen pocos casos, lo cual justifica esta labor para acelerar la eliminación, así como mejoras en la respuesta. Varios asociados han replicado la cooperación técnica que la Organización Panamericana de la Salud ofrece en este ámbito, como en el caso de la Iniciativa Regional de Eliminación de la Malaria (IREM) en Centroamérica.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 2 países de línea de base (GUY, MEX). Además, 1 país de línea de base (BRA) y 1 país meta (GUF) no completaron la evaluación. Estos 4 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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A pesar de la complejidad de la situación de la enfermedad de Chagas, en los últimos decenios se ha observado una marcada reducción de la incidencia y la prevalencia de esta parasitosis. Esta disminución ha respondido sobre todo a mejoras en la calidad de vida de las poblaciones afectadas, los avances logrados por los programas nacionales de control, la intensificación de los exámenes de detección de infecciones en los bancos de sangre, y las medidas de los servicios de salud para manejar la morbilidad y mortalidad en algunos países. Sin embargo, la aparición imprevista del virus SARS-CoV-2 a fines del 2019 y las medidas para contenerlo representaron un punto de inflexión para el normal funcionamiento tanto de los planes y programas de prevención y control de la enfermedad de Chagas como de sus mecanismos de evaluación, lo cual tuvo graves efectos indirectos en este conjunto de enfoques, que se basan en despliegues territoriales con configuración y fines diversos. Las consecuencias más evidentes de este imprevisto han sido las siguientes:
Debido a los esfuerzos de los gobiernos para mitigar la propagación de la COVID 19, durante varios meses la atención médica se limitó estrictamente a problemas urgentes y emergencias. Esta situación perjudicó a los programas de diagnóstico, seguimiento y tratamiento de la enfermedad de Chagas, como lo demuestra la reducción de la atención a las personas afectadas, de los exámenes de mujeres embarazadas o en edad reproductiva y de la confirmación diagnóstica, el tratamiento y el seguimiento de los niños y niñas nacidos de madres con la infección. Todas estas circunstancias tienen implicaciones parcialmente invisibles para los sistemas de salud. La modificación del comportamiento de las personas vulnerables, que dejaron de buscar atención de salud debido al temor de contagiarse y a la recomendación de permanecer en casa, fue otro factor determinante.
Los planes programáticos de vigilancia y control de vectores se pospusieron debido a la reasignación del personal de salud a las actividades de respuesta a la pandemia y a la imposibilidad de viajar desde las bases de operaciones a las zonas rurales de intervención.
La crisis financiera provocada por los gastos imprevistos en medidas de prevención y control de la COVID-19 afectó el financiamiento regular de los programas de prevención y control sistemáticos de la enfermedad de Chagas, que ya son muy costosos en términos relativos.
La continuidad de muchas actividades de cooperación internacional se vio comprometida debido a la imposibilidad (o a las limitaciones) de realizar actividades presenciales.
Al final del bienio, las actividades de los programas nacionales contra la enfermedad de Chagas no habían logrado volver a los niveles que tenían antes de la pandemia. Todo eso significa que no ha habido ningún avance sustancial respecto de la línea de base.
No hubo consenso en los resultados de la evaluación para 2 países de línea de base (KNA, URY). Además, 1 país de línea de base (BRA) y 1 país meta (DOM) no completaron la evaluación. Estos 4 países no se tuvieron en cuenta en la evaluación general del indicador.
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En la Reunión de Directores de los Programas de Rabia de las Américas (REDIPRA) realizada en Colombia a fines del 2023, se observaron grandes avances hacia la interrupción de la transmisión de la rabia humana transmitida por el perro, de acuerdo con los criterios para validar la eliminación. El apoyo de la Organización Panamericana de la Salud, en forma de normas, generación de datos y cooperación técnica, ha sido decisivo. Los logros incluyen campañas exitosas de vacunación masiva de perros, una mayor conciencia pública y mejores sistemas de vigilancia. Muchos países no han notificado ningún caso en seres humanos durante varios años; sin embargo, cuatro países han notificado casos en los últimos años. En algunos países persisten dificultades para mantener una cobertura de la vacunación elevada, abordar las brechas en la vigilancia y garantizar el acceso a la profilaxis posterior a la exposición. Es esencial mantener el compromiso para superar estos obstáculos y proteger los avances realizados hacia la eliminación de la rabia canina.
Un país meta (BRA) no completó la evaluación. Este país no se tuvo en cuenta en la evaluación general del indicador.
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La Organización Mundial de la Salud verificó que en Colombia, Ecuador, Guatemala y México se había eliminado la transmisión de la oncocercosis en el 2013, 2014, 2016 y 2015, respectivamente. Venezuela (República Bolivariana de) enfrenta grandes desafíos para alcanzar la cobertura de tratamiento masivo en la zona yanomami, incluidas las dificultades de acceso geográfico y cultural. Es poco probable que se alcance el indicador para el 2025.